La compañía inaugura su sala de formación con el nombre del trabajador José María Domínguez Márquez ‘Chocano’, recientemente fallecido
INSERSA sigue demostrando que la formación es una de sus apuestas más firmes para dotar de calidad y seguridad sus procesos productivos, teniendo siempre orientada su actividad al respeto con el medio ambiente. En este sentido, la compañía onubense cerró el ejercicio 2018 completando más de 34.000 horas de formación para el desarrollo y cualificación de sus empleados. La seguridad, salud y el medio ambiente han sido las áreas que han abarcado principalmente este volumen formativo.
Asimismo, el plan formativo desarrollado durante 2018 ha cumplido con las responsabilidades contraídas por la compañía en cuanto a política de gestión integrada de calidad, ambiental, seguridad y salud en el trabajo, distribuyéndose las distintas acciones formativas en 4 grandes bloques: formación para la promoción del empleo local, formación preventiva de nueva incorporación y formación de los riesgos del puesto de trabajo, formación habilitante en PRL, construcción, minería y manejo de explosivos, y una actualización continua de la formación preventiva.
“Lograr una mayor especialización, el crecimiento continuo en sectores como la minería y la construcción, o el mencionado compromiso de mejora con los trabajadores han sido algunos de los parámetros en los que se ha basado nuestro plan formativo durante 2018, el cual lo hemos desarrollado en forma de charlas, talleres, sesiones formativas presenciales, a distancia, etc.”, ha explicado el Consejero Delegado de la compañía, Francisco Javier de Aspe.
En este sentido, INSERSA ha renombrado recientemente su sala de formación en sus instalaciones de Riotinto con el nombre José María Domínguez Márquez, trabajador de la compañía desde 1997 fallecido recientemente y al cual se le ha querido rendir un homenaje. Al emotivo acto asistieron familiares del homenajeado, así como una amplia representación de INSERSA encabezada por el propio Francisco Javier de Aspe.